martes, 25 de marzo de 2014

La masacre del Mundial de Qatar: más de 1200 muertos en obras.


La Confederación Sindical Internacional denunció las fatales condiciones de trabajo en las obras para el Mundial de fútbol del 2022. Asegura que podrían morir 4000 trabajadores más.

Según un estudio de la Confederación Sindical Internacional (CSI), por lo menos 1.200 trabajadores han muerto en Qatar trabajando en las obras de preparación de los estadios para la Copa del Mundo.

El informe destaca la explotación de inmigrantes, muchos de ellos bajo condiciones de "semiesclavitud". ¿Cuáles es la situación? Un 90 por ciento de los obreros tienen el pasaporte retenido por los empleadores, un 20% cobra un sueldo diferente de lo prometido y un 21 no cobra en la fecha acordada.

Lo que denuncia la CSI no es nuevo. Amnistía Internacional ya había denunciado las malas condiciones en las obras del Mundial 2022 al afirmar que "Qatar es un país sin conciencia, donde los derechos fundamentales y la libertad del trabajador no existen".

Para redactar el informe, la CSI sólo tuvo acceso a los números facilitados por las embajadas de dos países: India y Nepal. Pero, de los 1.400.000 inmigrantes que trabajan en Qatar, también hay gente de Paquistán, de Sri Lanka y de Filipinas, entre muchas otras nacionalidades y de ellos se desconoce datos de fallecimiento o malos tratos.

Pero el informe no termina ahí. La misma organización asegura que los próximos ocho años, otros 4.000 obreros podrían morir en las construcciones de los estadios que albergarán la Copa del Mundo si las condiciones no cambian.

Por países

La embajada de Nepal en Qatar informó a la CSI que 400 obreros murieron en las obras del Mundial desde el 2010. Por su parte, India asegura que fueron 218 los fallecidos de su país durante 2013, 237 en 2012, y 239 en 2011 (un promedio de 20 obreros al mes, con un pico de 27 en agosto, cuando las temperaturas pasan de los 50 grados).

¿Qué sufren los obreros? Según la CSI y Amnistía, los trabajadores son expuestos a jornadas que pasan las 12 horas, bajo pésimas condiciones de vida. Por ejemplo, durante una visita en las obras del estadio de Al Wakrah, la CSI encontró a 38 trabajadores de India, Nepal y Tailandia viviendo en casas improvisadas, sin condiciones mínimas de higiene, en el mismo terreno de la construcción.

Redacción: Fútbol Rebelde Colombia.

lunes, 24 de marzo de 2014

Fifa suspendió con 10 partidos al croata Simunic por gritos fascistas.

El jugador se perderá el Mundial de Brasil-2014 y tendrá que pagar 24.000 euros de multa.

La comisión disciplinaria de la institución que rige el fútbol mundial decidió sancionar con diez encuentros a Simunic, de 35 años, por lo que se perderá el Mundial a disputare en Brasil.

Tras la victoria por 2-0 de Croacia contra Islandia, el 19 de noviembre, que significó su clasificación para el Mundial brasileño, Simunic se hizo con un micrófono y lanzó un grito utilizado por el régimen pro-nazi croata en la Segunda Guerra Mundial.
"Por la patria" (Za Dom), dijo cuatro veces, y los aficionados le respondieron: "Listos" (Spremni). La Fifa argumentó su decisión: "Este grito de guerra era discriminatorio y por tanto atenta contra la dignidad de un grupo de personas por razones, entre otras, de raza, de religión o de origen". "Después de tomar en consideración todas las circunstancias del caso y en particular la gravedad del incidente, la comisión ha decidido suspender al jugador con diez partidos oficiales. Los primeros en cumplir deben ser los que se jueguen en la fase final de la Copa del Mundo", continuó en un comunicado. Además de los diez partidos, Simunic deberá pagar una multa de 30.000 francos suizos (24.000 euros).
En su país, cuyo gesto ya fue condenado por el presidente Ivo Josipovic, ya había sido multado con 3.200 euros. Para su defensa, el jugador del Dinamo de Zagreb aseguró haberlo hecho solo por su "amor al pueblo (croata) y a la patria" y rechazó toda connotación política inspirada "en el odio o la destrucción". "Son las únicas razones que, en un momento de emoción, me influyeron y es por ello que comencé a cantar con el público", explicó en noviembre Josip Simunic, de 35 años.
La Federación Croata de Fútbol (HNS) mostró su sorpresa por la decisión tomada por la Fifa. "Estamos sorprendidos por la decisión tomada por la Fifa", señaló Damir Vrbanovic, presidente de la institución, en una declaración publicada en la página de internet de la HNS.
"Apoyaremos completamente a nuestro jugador en una probable apelación contra esta decisión pero debemos ser honestos y admitir que esto supone que no podrá jugar el Mundial de Brasil", añadió.
Vrbanovic considera que la Fifa quería "mandar un mensaje duro con una sanción draconiana". El seleccionador croata Niko Kovac declaró estar "desagradablemente sorprendido, perplejo y decepcionado" por la sanción a Simunic.
"Lo conozco desde hace mucho tiempo y estoy seguro de que no quería hacer mal a nadie", dijo Kovac. La Fifa fortaleció en los últimos meses la lucha contra el racismo en el fútbol. "No tiene sentido luchar contra esto con multas", dijo su presidente Joseph Blatter.
En mayo, durante su congreso, la institución adoptó una serie de resoluciones para endurecer las sanciones tras haber creado un grupo de reflexión sobre el racismo. Los clubes se pueden enfrentar a una deducción de puntos o a la exclusión de una competición en caso de reincidencia o de incidentes graves, mientras que una multa y un partido a puerta cerrada se reservan para las faltas menores. Además, los futbolistas se enfrentan a una sanción mínima de cinco partidos si protagonizan episodios racistas o de discriminación.

Informaciòn: AFP

sábado, 22 de marzo de 2014

Según un psicólogo inglés, la policía es la que genera más violencia en los estadios.

Clifford Stott, es profesor de Psicología Social en la Universidad de Liverpool, en Inglaterra, y en los últimos años ha centrado su trabajo docente y su labor divulgativa en la interacción que se da entre los seguidores más radicales de los equipos de fútbol y las fuerzas policiales. Con motivo de su trabajo, ha sido invitado a impartir una conferencia el próximo 13 de Septiembre en Jena (Alemania), invitado por los ultras del Carl Zeiss. Es por ello, por lo que un medio de comunicación digital alemán, llamado “Taz”, ha entrevistado al psicólogo con motivo de esta visita, en su edición de hoy 7 de Septiembre. Y sus respuestas no dejan indiferente, pues navegan a contracorriente de la inmensa mayoría de los psicólogos que, alguna vez, se preocuparon por este tema.

Y aunque centrado en los casos alemán e inglés, sus conclusiones pueden ser extensibles al resto del continente europeo. Reproduzco la entrevista, traducida al castellano.
Sr. Cott, ¿Quien tiene la culpa de la violencia en los estadios, la policía o los aficionados?La mayoria de las situaciones se resuelven con el uso de la fuerza por parte de la policía¿Pero la policía tiene que prevenir la violencia en los estadios?
Si, pero cuando se llega a un punto de ebullición, todo depende de la cooperación de los grupos participantes. El grupo más poderoso dentro del estadio es, por lo general, la policía.
¿Y como suele resolver la policía este papel? Normalmente acrecentando una situación violenta.¿Porque cree que se producen estos errores policiales?
Tan pronto como ella se encarga del seguimiento de las masas, tiende a sofocar motines o disturbios por la amenaza de que, en cualquier momento, se puede producir una situación violenta. Pero hemos encontrado en el estudio de la dinámica del grupo que cuando la violencia policial es inapropiada, se crean condiciones psicológicas que suponen una escalada conflictiva en la situación. La policía cree que las masas suelen ser violentas y peligrosas “per se”, y que, en consecuencia, debe actuar. Irónicamente, esto lo único que consigue es sembrar las semillas de la violencia.
¿Los aficionados no son culpables?
Por supuesto que hay gente entre los aficionados al fútbol que son propensos a la violencia. Pero el problema no es actuar como los aficionados, aunque seguidores y policía tienen que trabajar juntos a largo plazo. Más sencillo aún, el dialogo debe prevalecer y ser fortalecido.
¿Como pueden aficionados y policía favorecer este diálogo?
Existen canales de comunicación en Alemania, por ejemplo, con fan-projekts con mucho sentido. Son una manera eficaz de construir puentes comunicativos entre la policía y los aficionados. En este sentido, el Borussia Möenchengladbach es un ejemplo a seguir, por la mediación que se da entre los dos grupos. Pero estos canales de comunicación pueden ser perturbados por el excesivo poder de la policía. Hay que hacer comprender a la policía que además del uso de las fuerzas, se pueden desarrollar alternativas en base a la comunicación.Un mensaje que se debería de cumplir…Pero, en realidad, es bastante complicado, porque la policía hace cumplir su monopolio de poder, que tradicionalmente esta asociado con el uso de la fuerza. Eso debe cambiar. La policía debe encontrar la forma de interactuar con los seguidores, sin la amenaza explicita de una carga.
No es sencillo. En Suecia y Dinamarca existen unidades especiales que se llaman “cuadros de diálogo de la policía”. Su tarea personal es construir una conexión personal con los fans. Pero es necesario un cambio estructural, cultural y organizativo en las policias de todo el continente. Esperemos que en Octubre se promueva un programa internacional de formación, a cargo de la Comisión Europea.
¿Existen antecedentes para la coexistencia pacífica de aficionados y policía?
Si, el Mundial del 2006 en Alemania. en Frankfurt, por ejemplo, un equipo de mediación comunicativa de la policía trató de mantener la calma entre los aficionados ingleses. Muchas veces se vieron enfrente de grandes grupos de ingleses que buscaban enfrentamiento con sus homólogos alemanes, pero supieron mantener la situación.Con hablar un poco con los hinchas,
¿Usted cree que se puede evitar la violencia?
Si, eso es suficiente a veces. Un ejemplo: los hooligans alemanes habían atacado a los fans ingleses en un bar de Frankfurt. Al día siguiente, alrededor de 300 ingleses se reunieron frente a un pub británico que hacía esquina con otra calle. La situación era clara, tan pronto vieran a los aficionados alemanes, habría una pelea. De repente se corrió la voz de que los hooligans alemanes se dirigian al bar, unos 300 ingleses borrachos se pusieron en marcha para ir frente a ellos. En aquel momento, la policía de Frankfurt pasó por delante de los británicos y con un altavoz pronunciaron en inglés un pequeño discurso que finalizó con un “¿Porque no se vuelven al bar? No hay ningún problema, es sólo un rumor”. Todos los ingleses se dieron media vuelta y regresaron al pub. Por el contrario, si la policía hubiera cargado, los hinchas se hubieran enfrentado a ellos y la situación hubiera empeorado mucho.
¿Que piensa usted de las prohibiciones de acceso?
Eso depende del tipo de prohibiciones de acceso. Es una buena herramienta cuando se ha realizado de manera justa, pero no suele ser así. Se que en Alemania, los aficionados tienen un gran resentimiento contra las prohibiciones de acceso a los estadios y creo que ese resentimiento esta justificado de alguna manera. Para los estadios es fundamental el derecho de libre circulación y poder recurrir la sanción correspondiente, como suecede en Gran Bretaña por ejemplo, pero en Alemania esto es manejado de maenra diferente y son los propios clubs o la Federación Alemana la que puede imponer la prohibición, sin posibilidad de apelación. Nuestro argumento es que si tales medidas, como las prohibiciones de acceso o determinados restricciones de derechos son necesarios, tal vez sea porque la policía debe cambiar su comportamiento. Si las operaciones policiales se ejecutaran desde un modo más razonable, no haría falta imponer tantas sanciones y prohibiciones.
Fuente: La banda izquierda